Sumario
- Granma y Cubadebate lideraron una campaña coordinada para desacreditar a Machado y al Comité Noruego del Nobel.
- La virulencia de los ataques refleja la alianza estratégica entre Cuba y Venezuela, donde la propaganda es clave para proteger sus regímenes autoritarios.
La entrega del Premio Nobel de la Paz 2025 a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado provocó una reacción inmediata y virulenta en los medios oficiales cubanos, que calificaron el galardón como una “maniobra política” y una “vergüenza internacional”.
Desde el viernes, los principales órganos de propaganda del régimen —Granma, Cubadebate y la cuenta oficial del gobernante Miguel Díaz-Canel— desplegaron una campaña coordinada para desacreditar tanto a la premiada como al propio Comité Noruego del Nobel.
Lee también Congresistas de Florida celebran Nobel de la Paz a María Corina MachadoEl diario Granma, órgano del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, abrió la ofensiva con el artículo “Un Nobel desacreditado”. El texto describe a Machado como una “incitadora a la violencia” y la acusa, sin evidencias, de haber estado involucrada en “acciones terroristas”.
Según Granma, la decisión del Comité Nobel “es una bofetada en pleno rostro a la comunidad internacional”, y demuestra que “los mecanismos del premio están contaminados por intereses políticos”.
El Granma sobre el Nobel a Maria Corina
El objetivo del texto es claro: convertir un reconocimiento a la resistencia cívica venezolana en una prueba de injerencia extranjera, reforzando la narrativa del bloque bolivariano que une a Caracas y La Habana.
El portal oficialista Cubadebate amplificó la ofensiva con titulares de tono sensacionalista, como “Premian el odio: María Corina Machado recibe un Nobel que avergüenza” y “El Nobel de la Paz al servicio del golpismo”. En sus artículos y redes sociales, Cubadebate acusó a la opositora venezolana de “servir a los intereses de Washington” y de “implorar una invasión extranjera”, repitiendo los argumentos de la propaganda chavista. El sitio digital también difundió ampliamente las declaraciones de Maduro y de Díaz-Canel, acompañadas de comentarios de usuarios seleccionados que reforzaban la línea oficial: “El Nobel ya no premia la paz, sino la sumisión al imperio”.
ubadebate opera como el brazo emocional del discurso estatal,
A diferencia de Granma, que mantiene un estilo editorial más institucional, Cubadebate opera como el brazo emocional del discurso estatal, buscando movilizar indignación entre su audiencia interna y en el ecosistema digital controlado por el régimen. Díaz-Canel intervino directamente en la polémica a través de X (antes Twitter), donde calificó de “vergonzoso” el otorgamiento del Nobel: “Es vergonzoso el otorgamiento de este Premio en 2025 a una persona que instiga a la intervención militar en su Patria y en años pasados a protestas callejeras en las que se quemaban a personas vivas.”“La politización, parcialización y desprestigio del Comité Noruego del Nobel por la Paz ha alcanzado límites insospechados”, agregó. Ambos mensajes fueron reposteados por la cuenta oficial de la Presidencia de Cuba, consolidando el alineamiento entre el discurso gubernamental y los medios estatales.
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Cubadebate sobre el Nobel a Maria Corina
La virulencia del ataque no puede entenderse sin el vínculo estratégico que une a La Habana y Caracas. Desde la llegada de Hugo Chávez al poder, Cuba ha sido el principal asesor político e ideológico del gobierno venezolano. A cambio de petróleo y apoyo financiero, el régimen cubano exportó su modelo de control mediático, inteligencia interna y movilización partidista.
Hoy, bajo Nicolás Maduro, esa alianza se mantiene como una red de mutua protección y legitimación internacional, en la que la propaganda juega un papel esencial.
En ese contexto, María Corina Machado no solo representa una amenaza a la continuidad del chavismo, sino también a la influencia cubana dentro del aparato de poder venezolano.
El Nobel, al reconocer su liderazgo civil y su defensa de los derechos políticos, se convierte así en un desafío directo al relato de los regímenes de La Habana y Caracas.
Tanto Granma como Cubadebate evitaron mencionar las detenciones, exilios y censura que enfrenta la oposición venezolana. En cambio, reinterpretaron el premio como una “agresión occidental” y como una “campaña contra los pueblos soberanos”. El recurso es antiguo y recurrente: el antiimperialismo como excusa para justificar el autoritarismo.
En los hechos, el régimen cubano utilizó el caso de Machado para reforzar su narrativa de aislamiento voluntario, proyectando hacia el exterior una imagen de fortaleza ideológica mientras refuerza la censura y el control sobre su propia población.
El Premio Nobel ..., desnuda el temor de los regímenes autoritarios
El Premio Nobel de la Paz 2025 no solo honra la trayectoria de una líder opositora venezolana; también desnuda el temor de los regímenes autoritarios al reconocimiento internacional de la disidencia democrática.
La reacción cubana, cargada de insultos, acusaciones y teorías conspirativas, confirma que el galardón ha tocado un punto sensible en el corazón del sistema propagandístico de La Habana: su necesidad de controlar no solo la información, sino también el significado mismo de conceptos como “paz”, “democracia” y “soberanía”.